martes, febrero 14, 2006

El Club

Social y deportivo

Copyright Oscar Grillo 2006

La pista.
The Dance Floor.
Música: / Music:

El viejo vals (02'50")
(Música: Charlo - Letra: José González Castillo)
Orquesta Francisco Rotundo
Canta: Enrique Campos y Floreal Ruiz
12/10/1951 Buenos Aires
Odeon 55343 18299

6 comentarios:

Anónimo dijo...

El petiso de jetra negro que está a la derecha de la imágen se tiene una fe bárbara. ¡¡Ojo con ese!!

P.D.: Mi amigo "El Pollo" entró a un baile, vió a una minita hermosa sentada y la encaró. La minita, canchera y mirando para otro lado, le dijo: pibe, primero date un par de vueltas por el salón y recién después me sacás a bailar, estamos?

Conclusión: Los códigos están para cumplirse, che...

Oscar Grillo dijo...

Esta historia es marvillosa, Gustavo!

Taranta dijo...

por supuesto gustavo los codigos siempre se cumplen, sobre todo en la milonga. Hacete de abajo se llama eso. Ademàs todos los códigos tienen un origen práctico, concreto y lógico.

Oscar Grillo dijo...

Como en la vida y el ta-te-ti!

Taranta, no seas fiaca y manda un nuevo "posting" a tu blog!

Anónimo dijo...

Oscar: sigo siempre maravillado con lo que haces! La variedad... y los temas que desarrollas....

Sin compromiso: Podría contactarte por E-mail?
El mio lo encontras en mi página web, si es que aceptas mandarme el tuyo... :-)

A Taranta : Es verdad! Taranta no seas vago!!!!! No serás vos el que está durmiendo en la Trafic que aparece en tu Blog??????

Anónimo dijo...

El buen mozo de traje negro debe ser uno de esos tipos que saben que las minas van a hacer cola para acercarse a él. Muchas veces esos engrupidos se quedan sin pan y sin torta. Reconozco que con esa pinta es más difícil sacarse una mina de encima que levantársela, pero cuidado, que esos otros que se ven en esa milonga, y cuya cabeza apenas despega del suelo, saben tener un chamuyo que puede dejar mareada a cualquier mujer. Y entonces, el galanazo ése puede terminar como mi amigo Telmo Pereira, que allá por los sesenta vivía frente a la cárcel de Caseros y era feo como él solo, ninguna le daba bola... Entonces empezó a levantar pesas y en un par de años se hizo fisicoculturista: terminó midiendo uno sesenta de alto por uno de ancho, encima de feo quedó deforme. Pero él no lo veía asé: un día se miró al espejo y se dijo que era demasiado lindo para que una chica lo mereciera y se hizo puto. (Cómo me gustaría tener la pinta del de traje negro, suerte que la envidia no es tiña...)

El Turco Quique